Por desgracia la noticia que aquí os presento no es ninguna broma, en
Hamburgo están decididos a acabar con la circulación de coches por sus
calles en apenas 20 años. Esto se veía venir desde hacía tiempo, y lo
malo no es que se haga en una ciudad alemana, sino que una vez lanzada
la idea, esta puede comenzar a extenderse como un virus.
La
guerra al automóvil en las ciudades lleva tiempo batallándose con la
extensión de las zonas peatonales, la inundación de carriles bici, la
supresión de plazas de aparcamiento en superficie, la ampliación de las
zonas azules, verdes y de todos los colores, las limitaciones de
velocidad, y los badenes para obstaculizar nuestra circulación. ¿Me dejo
algo? Seguro que sí.
Pues bien, como todo eso no es poco y al
parecer el automóvil es el causante de los males de la humanidad, en
Hamburgo han decidido que un plazo de 20 años lo quieren totalmente
fuera de sus calles. En estas se creará una llamada “Red Verde” (un
nombre muy original) por la que discurrirá la paz y la tranquilidad,
gracias a que la única forma de desplazarse será a pie, en bici o en
transporte público.
Eso mismo ya se ha hecho en un barrio de
Friburgo, pero es que en este caso no estamos hablando de un barrio del
que te puedes trasladar si no estás de acuerdo, sino de una ciudad de 8
millones de habitantes. Prohibir de golpe y porrazo que sus ciudadanos
hagan uso de algo tan personal como sus coches, es un ataque directo
contra las libertades.
Y es que se utiliza la excusa de la
contaminación y el cambio climático, pero ni se menciona la posibilidad
de que sus ciudadanos vayan a poder hacer uso de vehículos eléctricos,
que además en 20 años estarán mucho más evolucionados y expandidos. Eso
por no entrar en el debate de que hay muchas otras cosas que se deben
hacer para frenar el cambio climático antes que quitarnos nuestros
coches.
Pese a mi contrariedad, no voy a negar la evidencia.
Circular a pie o en bicicleta es mejor para el medio ambiente que
hacerlo en coche, y más sano. Pero también es más eficiente hacerlo en
tren, ¿prohibimos entonces también la circulación por las carreteras? Y
lo de que es más sano, depende, porque no todo el mundo está como para
ponerse a coger una bicicleta. Esta la opción del transporte público,
pero debería ser una opción, no una imposición.
Precisamente
hablando de obligaciones, hay varias dudas que me asaltan. La
prohibición a circular por las calles, ¿nos eximirá a los automovilistas
de pagar impuestos como el de circulación? ¿Comenzarán entonces a
pagarlo los ciclistas? ¿Se crearán zonas azules para bicis?
Una
cosa está clara, el automóvil es una enorme fuente de ingresos para las
arcas municipales y nacionales, y si esos ingresos dejan de llegar desde
los automovilistas, de algún otro lado tendrán que salir. Eso por no
hablar de los constantes estímulos que se dan a la industria del
automóvil, una de las principales en Europa, ¿para qué fomentar algo que
se quiere eliminar?
20 años parecen muchos, pero el cambio ya está en marcha.
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